A Churrasquito se le va la pinza
Cualquier persona que me conozca un poco sabe que el pequeño Fer –no solo Marc vive de pequeños yos introductorios– dentro de ese amor por el cine sangriento y slasher de hacha fácil y martillazos ociosos directos al cráneo que fue macerando a lo largo de los años, creció con un miedo que empezó a formarse por culpa de Muñeco Diabólico a finales de los 80. Vamos, que básicamente no puedo soportar películas de terror con pequeños seres que no pasen del metro de altura y puedan cortarme y trocearme los tobillos o intenten torpemente subirse a mi cama para apuñalar mi pulcro e inocente corazón.
Pero, en el cómic es un tema que disfruto cual Coloso lanzando canadienses peludos. Manipular intencionadamente un universo para parir la típica “sacada de chorra” salpicada de muertes despiadadas, caos total y personajes volando en trocitos de todas las formas y colores, sólo por y para el placer del público con la contrapartida cuqui-fabulosa-de-la-muerte de un parto de Skottie Young, rey del cuquismo de unos años hacia aquí ¿Y qué mejor forma de saber qué tiene alguien en su retorcida cabeza? Pues dejarle hacer y deshacer a su antojo teniendo para elegir todos los personajes creados hasta la fecha. Señor McFarlane, con este cómic acaba usted de dejar bien claras sus taras, manías y fetiches (again).

Un analista de novela gráfica y divulgador de monóculo y copa de coñac nos miraría por encima del hombro atusándose el bigote y nos desvelaría, cual enésimo Tutankamón recién descubierto, que lo que nos está contando aquí nuestro modestísimo Mcfarlane es que este adorable bebé Spawn es la representación infantil y enfadada del mundo del cómic. Que sus truños vivientes en forma de Funko que escupe del culo son el propio Toddfather haciendo lo que le sale de los cojones ganando con ello dinero a espuertas mientras que los demás se limitan a renumerar series y malvivir prostituyendo a sus héroes franquicia. Y quizá hasta acierte
Todd McFarlane está en ese espumoso y acomodado punto donde puede darse el gustazo de mirar con desprecio y chulería a quien le dé la gana. No voy a mentir, se lo ha ganado con creces y ahora recoge semillas del tamaño de un cagarro de Fin Fang Foom con cómics irreverentemente inocentes y absurdos como este. Pero no absurdos por inútiles, justo lo contrario. Papaíto ha recolectado a toneladas todo lo que la cultura pop ha ido creando a lo largo de toda su historia centrándose en la más rabiosa actualidad de esa amalgama mediática que es el cómic de superhéroes en el cine y, además lo usa como panfleto propagandístico para sus propios intereses económicos más allá de vender el propio cómic. Un businessman nunca descansa ¿Es un puto genio o no?

Cómic, manga, cine, autores, personajes dentro de personajes y cero sentido del ridículo. El autor canadiense escupe una histriónica meta-historia con tan poco fondo y lógica que lo mismo os divierte y os hace reír hasta que os duela el estómago, que puede provocaros el mayor de los rechazos y mandaros al otro extremo para que abráis bien el agujero negro y os caguéis en toda su familia y en todo guionista que ha hecho algún chiste en cualquier serie de Deadpool. ¿Es este cómic el Sandman del siglo XXI al no tener término medio? ¿Podrá tener más historias este personaje que se cree real y mata indiscriminadamente? ¿Guionizará al nuevo y monárquico Spawn Neil Gaiman? JAJAJA sería un buen plot twist.
En cuanto al recorrido, escoge el más confortable porque si ya es de poco esfuerzo y de guión asequible y mayoritario –money talks– el reírte de las dos majors, admito que funciona, desde mi punto de vista, muy bien. Del Capitán América a Thor pasando por las Tortugas Ninja –nunca te perdonaré esas dos páginas– sin olvidar al cansino de Batman, va sucediéndose un largo catálogo y todo bajo el llamativo y colorido prisma de lo cuqui de las manos de J.J. Kirby y Will Robson. Pullas, una tras otra, disparadas con ametralladora y llenas de colores vivos y estridentes donde McFarlane hace un repaso, sobre todo, al enciclopédico mundo del cómic en clave de chistes mierder.

Esta hamburguesa demasiado hecha con poca paciencia y menos luces junto a sus, y es literalmente como se les llama en el cómic, mojoncillos están dentro del saco de esas burradas violentas y disparatadas con cero filtros de personitas indeseables y adorables al mismo tiempo como Gertrude de I Hate Fairyland o de una, todavía inédita aquí, Gamma Rae en Pretty Violent y que se convierten en lecturas isotónicas con ese plus de amor gorrinesco por la violencia gratuita ¿Qué puede salir mal?
Ficha técnica
Título original | Spawn kills everyone! |
Autores | Todd McFarlane, J.J. Kirby, Will Robson |
Editorial | Planeta Cómics |
Fecha de publicación | Noviembre 2021 |