¡Wakanda pa los wakandianos, he dicho!
¡Aysh! Lo admito. Echo de menos a los superhéroes. Lo suficiente como para decirlo aquí y ahora y es que si hay algún efecto secundario de dejarlos de lado casi en su totalidad para centrar mis esfuerzos en lecturas más variadas, profundas y hasta inquisitivamente vitales, es que tarde o temprano puede producirnos ese efecto rebote. En mi caso ha sido leer gente en mallas haciendo lo de siempre con los de siempre pero dejando mi esforzado cerebro relajado a base de puñetazos, frases épicas –las ya tan repetitivas– y el enésimo “…que cambiará el universo tal y cual para siempre”. Llamadme nostálgico o monguer, ambas definiciones son válidas.
Si a todo esto le sumamos las variables potenciales de que tras varias semanas desde su estreno aún no he podido ver Wakanda Forever o que el otro día descubrí que en la portada diez de la grapa USA de Black Panther dibujada por Alex Ross sale una especie de Jamie Foxx a lo Django Desencadenado tumbando a T’Challa –que además se hace llamar Buffalo Soldier–, pues sumas dos y dos y sale lo que sale que es el equivalente a zamparme de una sentada este La Larga Sombra –donde curiosamente no sale ese Django– para descubrir que los superhéroes son tan repetitivos como necesarios –que sí, donde dije digo, digo Diego y tal–.

Quizá en otro momento de mi vida vuelva a renegar de ellos, pero es lo que hay y hasta que me canse intentaré traer a la web alguna que otra historia de las dos grandes que me haya hecho un mínimo de tilín. Eso sí, sin dejar de lado todo lo que llevamos haciendo en la web así que no es preocupéis que no vamos a convertirnos en otro podcast/web del montón ¡Antes muertos! Y tras este discurso para convencerme a mí mismo, admito que me ha sorprendido descubrir, en primera estancia, la situación actual de T’Challa en el universo Marvel. Curiosa cuanto menos, actual y acorde a nuestra realidad con unos problemas que podrían atribuirse a cualquier país.
Una política convulsa, una monarquía relegada a un segundo plano y meramente protocolaria y ceremonial, una democracia parlamentaria en periodo de prueba que se tambalea a la más mínima y donde T’Challa verá disminuido su ego como rey por unas consecuencias turbulentas y paranoicas surgidas de una etapa anterior que si bien no he leído –ni pienso leer–, no hace falta en absoluto para entender los pormenores de este primer arco de ocho números. Pero la trama política se aleja de superproducciones como El Soldado de Invierno de Brubaker y está más cerca de un paseo gubernamental de una Civil War de manual con pinceladas de grandilocuencia para ganar importancia pero poco más.

Una presentación a lo grande –Vengadores incluidos– que junto a todo el entramado político que menciono arriba podría haber funcionado mejor o quizá no dejar la sensación, en cierto modo, de encefalograma plano o de mensaje a medias a favor de la acción. Una acción que cumple su cometido en dosis justas y poco espectaculares –y esto lo digo como algo a su favor– que ayudan a alejar a la principal cabecera wakandiana de personajes más cósmicos como Thor, por ejemplo, para asentar esa separación emocional y real de la pantera con el supergrupo marvelita y que sienta parte de las bases de la historia al principio de la misma.
El dibujo de Juann Cabal, que empieza siendo óptimo y muy funcional, acaba dejándose ganar poco a poco por los puntuales momentos álgidos de la historia y acaba pasando desapercibido hasta el final. Pero es más una sensación personal durante la lectura que algo estrictamente real. Subjetivo, vamos, pero que en absoluto desmerece el apartado gráfico en todos sus elementos, ni de él, ni de Ibrahim Moustafa y Stefano Landini, sus dos compañeros. En general, todo funciona como debería y los “peros” existen pero no al nivel de entorpecer la lectura en algún momento. Mainstream al uso del que tanto abunda y que se pasean en esa delgada línea del divertimento o el “esto es lo mismo de siempre”.
El novelista y ganador de un Óscar por 12 Años de Esclavitud a Mejor Guion Adaptado John Ridley teje una trama política de espionaje subversivo alrededor de Wakanda, su rey y sus nuevos dirigentes dejando de lado –y esto ya cada uno lo valorará de forma positiva o no– movimientos complejos o decisiones que pudieran apartar la acción fuera del escenario. No deja de ser Marvel y la diversión a veces tiene que carecer de historias enmarañadas y una buena pelea siempre es bien recibida. Así que, ¿podemos hablar de una historia más llena de nimiedades que como conjunto funciona? Podemos, así que para la próxima ¡Nos vemos en DC!
Ficha técnica
Título original | Black Panther: The Long Shadow |
Autores | John Ridley, Juann Cabal, Ibrahim Moustafa, Stefano Landini |
Editorial | Panini Cómics |
Fecha de publicación | Octubre 2022 |