I got my bell, I’m gonna take you to hell
Volvemos con el Massive-verse con uno de los personajes, por los que más curiosidad sentí desde que leí su primera aparición en el gran crossover de este universo y al cual, como bien sabéis, ya le hice una reseña en esta web. Un héroe, quien parecía ser la perfecta amalgama entre el caballero oscuro de Gotham y el motociclista más ardiente del infierno, aunque en realidad y al contrario de lo que estas dos entidades tan reconocidas en el mundo comiquero podrían representar, este no se mueve por la venganza, sino más bien por lo pesado que puede llegar a ser el heredar un manto y como el buscar tu propio camino es lo que te hace ser único.
Nueva Orleands amanece con la peor de las noticias, su protector Rogue Sun ha muerto, o más bien dicho, el hombre quien estaba detrás de su identidad, Marcus Bell. Algo que este suponía que en algún momento u otro de su vida como justiciero podría pasar y había decidido dejarlo todo preparado de antemano para que sea su hijo, Dylan Seigel, fuese quien heredase sus poderes. No obstante, la carga de nuestro nuevo protagonista será mucho mayor de lo que pensábamos al descubrir que, en realidad, no le guardaba ningún aprecio a su padre debido al hecho que este los abandonó tanto a él como a su madre y rehízo su vida con otra familia, quienes, a diferencia de ellos, si parecían estar al tanto de los deberes de su progenitor. Una situación que, si ya de por si es complicada, al no saber si podrá estar a la altura del reto, se agravará en el momento en que Dylan descubre que el fantasma de su antecesor habita en la armadura de su nuevo alter ego y que este intentará guiarlo en su nuevo camino.

Directo y a la yugular, así es como empieza este cómic que nos impide conocer más del héroe original dejando sus intervenciones, en unas pocas páginas del crossover y las del comienzo de este tomo. Algo que resulta, un golpe sobre la mesa genial, especialmente, no sólo por ver a lo que queda reducido un personaje que pensábamos que iba a tener una larga trayectoria, sino que además se nos desmitifica a cada compás de la obra, mostrándonos que, en realidad, este era un padre ausente y que, fuera de su vida luchando contra el mal, estaba muy lejos de ser una persona ejemplar.
Es en este punto donde entra y brilla Dylan quien, no sólo debe lidiar con sus nuevos poderes y responsabilidades, sino también con un conflicto familiar que va a minar de manera gradual la moral de nuestro protagonista. Porque poneros un momento en sus botas y pensad: ¿os sentiríais cómodos si un padre como este os dejara semejante legado y después de abandonaros se ofreciera como mentor? ¿Y si además de esto os dijera que no fuisteis la opción que él deseaba para que lo relevaran? Pues seguramente, mucho de vosotros empatizaríais con él, estando muy lejos de regalarle a Markus la clásica taza de “mejor padre del mundo” (si obviamos también el hecho de que este está muerto, claro). Por lo que resulta fascinante, ver la constante lucha de este por aceptar convertirse en un héroe, pero no adoptar ni el mantra, ni la voluntad de su padre, luchando constantemente por rechazarlo y buscar su propio camino de manera desesperada para poder alejarse de la sombra que este proyecta sobre el joven.

Por lo que respecta al apartado artístico, aunque hayan pasado por varios artistas, no siento un salto de dibujante tan brutal como suele ofrecernos DC o Marvel, o notando que en este caso al menos, han sabido adaptarse perfectamente a la tónica de la serie. Algo que podemos notar aún más, cuando vemos el coloreado Chris O’Halloran y Natalia Marques no solo consigue unificar los diferentes estilos, sino que también alejarnos de lo visto en Radiant Black. Nuevamente, volvemos a ver ese genial contraste entre la luz y oscuridad, salvo que aquí se juega más con las luces tenues que encajan perfectamente con este universo lleno de villanos terroríficos, como hombres lobos, demonios y otras entidades espectrales que refulgen de manera singular y crean un perfecto contraste con las llamas que dan forma a la armadura de este caballero oscuro.
Mi único problema con este tomo, es que si bien es cierto que esta colección nos introduce con nuevo portador a las obligaciones que supone ser Rogue Sun, siento que a lo que no se nos ofrece una introducción es a los orígenes de este mundo. Preguntas como saber de dónde vienen estas habilidades o por qué sus enemigos están relacionados con el espectro sobrenatural son preguntas que, por desgracia, no han tenido respuesta clara en esta entrega y que espero que con el paso de las publicaciones se nos den o al menos, se nos esclarezcan mínimamente.
Podemos concluir diciendo que Rogue Sun ha sido otra de esas muestras de que el Massive-verse se rige por sus propias reglas y lo que hoy ves blanco, mañana podría ser morado. Puede sonar absurdo, pero agradezco apuestas así de innovadoras es una época en que las dos grandes editoriales de súper héroes no están pasando por su mejor momento. Precisamente para esa gente que ya está cansado de ese estancamiento, le recomendaría sin duda este comic, ya que resulta tan salvador como unos churros con chocolate calentito tras una noche trasnochando.
Ficha técnica
Título original | Rogue Sun |
Autores | Ryan Parrott, Abel, Simone Ragazzoni, Francesco Mortarino, Chris O’Halloran, Natalia Marques |
Editorial | Norma Editorial |
Fecha de publicación | Abril 2023 |