Sentir la guerra en tus propias entrañas
¡¡Aahh!! ¡¡Por fin has despertado chico!! No recuerdas nada de lo que pasó, ¿verdad? Antes de nada, quiero decirte que estas bien jodido. Has tenido el gran privilegio de caer en la puta DMZ, la zona desmilitarizada, o como la llamo yo, el puto tablero de juego de esta estúpida guerra civil entre los engreídos del ejercito de EEUU y los paletos que se hacen llamar Ejercito de los Estado Libres. ¿No recuerdas ni tu nombre? Yo sólo sé que venías con un grupo de periodistas en helicóptero escoltados por el ejército, lo cual demuestra vuestra poca inteligencia. No sé quién cojones os empezó a disparar, pudo ser un bando u otro, o tal vez ninguno. Pero, no debías de ser alguien muy importante porque esos soldados no dudaron en dejarte aquí tirado mientras huían.
Mmm… Veo que no dejas de mirar este arma. Tranquilo no fui yo la que os disparó. En la DMZ no existe sólo un bando, aquí la gente intentamos sobrevivir a esta mierda que ha llegado a nuestra querida Nueva York, pero no dejaremos que esta absurda contienda nos saque de nuestra jodida casa. Pronto verás que en este lugar cada grupo de personas se ha hecho su hueco en la ciudad, dando lugar a guerrillas, bandas, mafias y todo tipo de cosas que puedas imaginar. Pero claro, todo esto no lo puedes saber, porque los putos periodistas como tú sólo lleváis la información a la gente de fuera que os dicen que llevéis, como unos títeres capullos. Esta puta ciudad está destrozada al igual que sus habitantes, atrapados en el fuego cruzado de dos niños jugando con pistolas cada vez más grandes y sin dejarnos salir. Pero por suerte, alguno seguimos intentando que la buena gente sobreviva en este estercolero, nos cuidamos unos a otros mientras esperamos que esta mierda acabe… Oye, se me ocurre una idea. Quiero pensar que debajo de esa pinta de veinteañero inútil se pueda encontrar un verdadero reportero de guerra que muestre la verdad de aquí dentro y nos ayude a salir de aquí. Ven, te enseñaré el Manhattan de hoy en día, tan peligrosa como destrozada. Sólo espero que no acabes tan consumida como ella. Por cierto, me llamo Zee y soy paramédico, ¿y tú eres?

Matty es el nombre del protagonista de esta brillante historia, y con estos dos primeros párrafos he querido introducirte en la ambientación del genial cómics que hoy nos trae aquí. Cuando empecé a leer DMZ no imaginaba la aventura que me esperaba por delante. Con un comienzo lento y algo aburrido se nos presenta a este personaje, un joven periodista sin apenas motivaciones en la vida, niño de mamá y papá ricachones que le han dado todo, y dedicado al periodismo casi como una revolución por llevar la contraria a estos padres. Por accidente, termina atrapado en la zona desmilitarizada de esta guerra civil en la propia Nueva York, donde su vida dará un vuelco. Brian Wood, se toma su tiempo para presentarnos un Manhattan cambiado y adaptado a esta situación de forma irreconocible, pero mostrándote a su vez los lugares más conocidos de la gran ciudad, cada uno ocupados por grupos que persiguen sus propios intereses en esta contienda y, mostrándonos que en situaciones así nunca suele haber dos únicos bandos, sino muchas personas persiguiendo sus propias ambiciones, protegiendo lo que creen que les pertenece o sencillamente sobreviviendo.
Tras un primer tomo casi de presentación, comienza una frenética historia en la cual Matty evolucionará como personaje llegando a cotas que no os podéis ni imaginar, todo por la sencilla interacción con la propia guerra y los personajes que se va encontrando en ella. Algunos de estos, son tan magistrales como Parco, un hombre de barrio, cabecilla de algunas bandas, que se presenta como alcalde de la DMZ, el salvador del pueblo, con la promesa de que puede proteger a los habitantes de los ejércitos. O, por ejemplo, Wilson, al mando de la mafia china en las calles de Chinatown. Os recalco a estos dos porque son los que especialmente a mi me han marcado, pero os encontraréis durante la lectura con muchos otros maravillosos. La repercusión que estos tendrán en nuestro protagonista hará que este se plantee si debe dejar de ser un mero espectador de lo que ocurre en la DMZ o formar parte de ella. ¿El poder de las palabras escritas en periódicos o medios de comunicación es suficiente para cambiar el mundo?

La mente del guionista ha conseguido crear una ciudad entera en la que sumergir al lector de forma adictiva, queriendo saber más y más de ese entorno y de lo que va a suceder con sus habitantes. Todo ello visualmente acompañado de los dibujos de Riccardo Burchiello, puramente Vertigo que se adapta al guion de forma magistral, como si historia y dibujo fuesen un mismo ente inseparable. El reflejo del dibujante de este Nueva York apocalíptica con un toque urbano a lo puramente barrio del Bronx mezclado con todo el entorno militar, nos hace entrar en un ambiente único.
Todos estos ingredientes irán creciendo hasta desembocar en un final apoteósico como pocas obras he visto tener, dejándote satisfecho totalmente y demostrando que Brian Wood se tomó su tiempo en pensar esta obra de principio a fin. Por eso, no debéis rendiros ante ese tono lento y pausado que el cómic denota al comienzo, solo empaparos de cada rincón y personajes que se os muestra. Dejaros llevar por la historia porque enseguida pasaréis a engrosar las filas de soldados que hemos gozado DMZ y que ahora defendemos a machete y fúsil porque esta obra tenga la repercusión que realmente se merece. Y cuando terminéis haceos la pregunta de qué hubierais hecho vosotros si hubieseis estado en la piel de Matty.
Ficha técnica
Título original | DMZ |
Autores | Brian Wood, Riccardo Burchielli |
Editorial | ECC Ediciones |
Fecha de publicación | Noviembre 2007 |