Silver Coin

You shall be compensated

La verdad es que, hace ya más tiempo del que me gustaría reconocer, no me entero de las novedades editoriales, mucho menos de las de editoriales españolas. Vivo en una especie de limbo de desinformación plagado de “¿pero esto no había salido hace meses?” y de “no me jodas que ya lo han sacado” cada vez que me presento en mi tienda de confianza, de nuevo, con menos frecuencia de la que me gustaría. Pero, ¡ay, la vida!

Así que, la verdadera razón por la que acabé deparando en este Silver Coin, casi como quien encuentra un libro de extraño nombre en latín y curiosamente encuadernado en una especie de cuero envejecido en el sótano de una cabaña de un bosque, fue porque no dejaba de ver aparecer el nombre de un dibujante que no conocía de nada, mes tras mes, catálogo tras catálogo del Previews. Un nombre que además venía siempre rodeado de muchos otros nombres que, desde luego, me sonaban muy bien.

Y es que si algo se les achaca muchas veces a los mejores guionistas norteamericanos es que “saben rodearse” de los mejores dibujantes, elevando en más de una ocasión la calidad de sus obras, por encima de lo que su propio talento podría haberles conseguido. Al fin y al cabo, la obra es un todo, y la labor del editor, y en el panorama independiente muchas veces la del propio guionista, es la de encontrar una serie de piezas que, juntas, sumen más que el total de ellas por separado.

Toda esta filosofada viene a decir que, precisamente esto, el “saber rodearse de los mejores”, es algo que vemos muy habitualmente en los guionistas ya que, por carga de trabajo, son capaces de desarrollar muchas (algunos muchísimas) series en un mismo año. Pero en cambio los dibujantes se ven prácticamente obligados a contraer matrimonio comiquil con uno o dos guionistas como mucho, pues para cuando acaban de dibujar una obra el pérfido guionista ya les ha engañado para que le dibujen la siguiente. Jeff Lemire y Andrea Sorrentino, Tom King y Mitch Gerads, Donny Cates y Ryan Stegman, o probablemente el caso más sonado: Ed Brubaker y Sean Phillips. Y podría seguir.

Pero, ¿y si un dibujante, con un talento abismal, desarrollase un cómic a partir de pequeños relatos inconexos (o no tan inconexos)? Entonces sí que podría rodearse sin problemas de muchos de los mejores guionistas de la industria sin tener que esperar 25 años para poder trabajar con todos ellos. Una obra elaborada, por una vez, en torno al dibujo y no en torno al guión, en la que el “Guest Artist” es el que escribe y no el que dibuja. El resultado de esto no es ni más ni menos que Silver Coin. Una antología de relatos de terror en formato cómic, cuyo arte corre a cargo de Michael Walsh, quien pone en manos de algunos rookies, que probablemente no conozcáis, como Ed Brisson, Chip Zdarsky, Jeff Lemire o Kelly Thompson el contar las historias a las que su dibujo da vida (y esto solo en los 5 primeros números). 

Pero, además, muy inteligentemente, Walsh genera un macguffin que conectará todas estas historias y que es lo que da título a la obra: una moneda de plata. Una moneda de plata que pasa generación tras generación de mano en mano, desatando el caos y la muerte allá por donde pase. Pues estas son historias de terror y de gore muy explicitas, pero gracias a la ambivalencia que da la premisa de “un random encuentra una moneda y le pasan cosas malas”, podremos explorar todos los espectros del género de terror, desde el clásico relato gótico de brujas ambientado en la América colonial, hasta los páramos tecnológicos de un distópico año 2467.

Una idea magnífica a la que da cohesión el impresionante dibujo (y color) de Michael Walsh. Pues más allá de la moneda maldita, el único elemento en común que tienen todas estas historias es el apartado gráfico del artista canadiense. Y digo en común pues, aunque es probable que solo sea sugestión, tampoco me ha parecido idéntico en todas las historias.

Sí que es cierto que Walsh es un claro seguidor de la escuela del James Harrenismo y el Daniel-Warren-Johnsonismo, algo que además se amplifica por una aplicación del color muy similar a la de Mike Spicer, Matt Hollingsworth o Dave Stewart (habituales coloristas de DWJ y Harren). Pero, aun así, vemos desde una versión ligeramente de su arte en según qué historias, adaptándose a un tono aparentemente más naive en la historia escrita por Kelly Thompson, que acaba convirtiéndose en puro gore slasher, hasta la oscuridad de la América de los primeros colonos, en la historia que guioniza el propio Walsh, o los colores más cyberpunk de la historia de Lemire.

No sé qué más puedo deciros que os de ganas de leer este cómic. Pero si os gustan los relatos cortos de terror al más puro estilo Poe o Lovecraft, definitivamente este es vuestro cómic. Además, estáis de suerte, porque esta misma semana acaba de publicarlo Panini Cómics en España. Yo ya estoy deseando leer los siguientes volúmenes que hay publicados y en los que participan autores como Ram V, Matthew Rosenberg, Porsnak Pitchetshote o mi querido Tynion IV.

Ficha técnica

Título originalSilver Coin
AutoresMichael Walsh, Chip Zdarsky, Kelly Thompson, Ed Brisson
EditorialPanini Cómics
Fecha de publicaciónOctubre 2022

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