Haarmann

El carnicero de Hannover, un asesino en serie

Como ya había comentado en una de mis anteriores reseñas, Creepy presenta Richard Corben (link aqui), el terror es un género muy difícil de adaptar al cómic. En un principio, la mayoría de autores se dedicaban a ilustrar imágenes grotescas o monstruosas para intentar hacernos sentir asquío o desprecio, y aunque estas pudieron hacer estragos en los lectores de principios y mediados del siglo pasado, con el paso del tiempo ese efecto se diluyó. Hoy en día, gracias al cine, estamos mucho más acostumbrados a ver seres horrendos o desfigurados, auténticas aberraciones de la naturaleza. En consecuencia, la magia y el efecto no es el mismo. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo el noveno arte puede volver a generar esas sensaciones? Sinceramente, creo que la empatía es una buena opción. Hacer creer al lector que lo que está pasando podría sucederle tanto a él como a sus seres más cercanos puede resultar una baza importante. Si tenemos en cuenta esto, es más que evidente que las historias basadas en hechos reales tienen mucho ganado, ya que sabemos de antemano que lo que se nos explica realmente ha llegado a pasar, por lo que partimos desde un punto situado entre el miedo y la intriga, entre las ganas de saber y de entender el porqué de un comportamiento tan irracional como el que muestra Fritz Haarmann, el carnicero de Hannover, en esta novela gráfica. Si a esto, además le sumamos un dibujo realista, como es el caso, la premisa para sumergirnos en esta lectura es más que adecuada.

Al iniciar el relato veremos como la policía de Hannover se encuentra realizando una batida minuciosa en el río Leine a su paso por la ciudad. Mientras, la multitud se apelotona en puentes, ventanas y balcones expectantes por lo que está sucediendo. El orden público estima que se incautaron alrededor de 500 huesos, entre ellos diversas calaveras, que pudieron llegar a pertenecer a unas 24 personas aproximadamente. El comisario, algo nervioso, se afana en divulgar que esos cadáveres eran los que se habían lanzado al río en una población cercana debido a una plaga de tifus, cosa que no acaba de convencer a algunos de los ciudadanos presentes, ya que mientras se van alejado por orden policial, entre chascarrillos murmuran que ya había huesos antes de dicha plaga

Al poco tiempo, y mediante el dibujo, nos vamos adentrando entre callejones en los suburbios de Hannover. Allí, encontraremos a Haarman. En una primera aparición realmente impactante lo veremos tratando de forzar a quien parece ser su amigo para mantener relaciones sexuales. Una situación incómoda, violenta, fuera de lugar, la cual nos vaticina los problemas psicológicos del personaje, que queda completamente definido en escasas páginas gracias a la virtud de los autores, Peer Meter y Isabel Kreitz, quienes acto seguido nos mostrarán como Haarmann regenta un negocio lucrativo de venta de carne y ropa para jóvenes varones. No hay que ser muy avispado para sumar dos más dos con esta información. Creedme si os digo que en esos momentos, tan solo con parte de lo que es este primer capítulo de un total de seis, mis nervios ya estaban a flor de piel. A partir de aquí, la capacidad personal de cada uno a la tolerancia de los actos que se nos  avecinan hará que dijéramos en mejor o menor medida esta historia.

Quizá, para situarnos mejor y para comprender ciertos comportamientos de personajes que van a apareciendo a lo largo de la trama, hemos de saber, tal y como se explica en el epílogo de la obra, que estos acontecimientos sucedieron tras la derrota del Imperio Alemán en la primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, por lo que el castigo que padecía el país, impuesto por el bando vencedor, llevó a gran parte de la población a vivir en una extrema pobreza. Estos hechos influyeron inevitablemente en el comportamiento de parte de la ciudadanía, haciendo que estos fueran más flexibles ante la corrupción y de alguna manera hicieran la vista gorda con alguna que otra fechoría, siempre en pos de su beneficio. Por lo tanto, si tenemos esto en cuenta entendemos que el contexto, en lugar y tiempo, ayudó a que un individuo perturbado como Haarman alcanzara una cifra espantosa de más de cien víctimas estimadas, la cual, posiblemente, en otras circunstancias podría haberse evitado.

Para finalizar, comentar que la lectura es fluida por lo que la obra invita a su relectura, con la que seguramente seremos capaces de extraer nuevos matices. El dibujo de Isabel Kreitz, además de ser realista como ya comente al inicio, es detallado y cuidadoso, en especial en la arquitectura, fácilmente reconocible para aquellos que hayáis viajado al centro de Europa.

Para todos aquellos que disfrutan de novelas gráficas basadas en hechos reales. Para los que buscan sensaciones espeluznantes. Para los curiosos. Para los racionales. Para los que siempre quieren saber más. No lo dudéis, Haarmann, el carnicero de Hannover, un asesino en serie, es esencial.

Ficha técnica

Título originalHaarmann
AutoresPeer Meter, Isabel Kreitz
EditorialEdiciones La Cúpula
Fecha de publicaciónJulio 2022

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