¡A hostias por el infierno!
Si os habéis metido aquí a leer una de mis reseñas lacrimógenas en la que os cuente mis traumas infantiles y le saco todos los significados a la historia, habidos y por haber, estáis jodidos. Este es un cómic de hostias, al que uno se acerca para apagar un ratito el cerebro, no para que le cambie la vida. Esa es la esencia del Marquinaverso, entretenimiento sin pretensiones. ¿Para qué queremos más? Y es que las novelas gráficas de Javier Marquina no son más que una expresión de su propio amor por el mundo del tebeo. Crea historia nuevas llenas de referencias a esas obras con las que todos crecimos ─a no ser que seas más joven que yo y seas de la generación de Yu-gi-oh! en vez de la de Dragon Ball, en cuyo caso te compadezco─.
Después de meterme con la mitad de los seguidores quiero centrarme en la trama. El propio autor mete un poco de autoparodia en estas páginas, hablándole al lector, al más puro estilo Grant Morrison, y diciéndole que la trama en sí no es importante. Irónicamente, para mí al menos, este me ha parecido el cómic con la historia más interesante de todos los que ha hecho hasta ahora el guionista oscense. Tal vez sea porque, como amante del terror, el tema de los Yokai me gusta, así como toda la mitología que se esconde tras los círculos del infierno. Sea por el motivo que sea, el caso es que he estado pegada a las páginas, esperando ver que ocurría según el protagonista iba avanzando por cada nivel del averno. En resumidas cuentas, me he devorado el tomo con una sonrisa.

Algo que ya es un sello personal de Marquina es, como ya he mencionado antes, las innumerables referencias a otras obras. Lo primero que quiero destacar es que cada número tiene su propia portada, como si fuese un recopilatorio de grapas, y cada portada es una delicia que me ha transportado a mi más tierna infancia, empezando por Mortadelo y Filemón, pasando por Goku ─ si ya sé que se llama Bola de Dragón, pero para mí siempre será Goku a secas ─ y llegando a homenajes de las portadas más legendarias de las dos grandes editoriales estadounidenses. Prefiero no mencionar cuáles son las que han sido adaptadas, porque es una experiencia que el lector debe descubrir por sí mismo
A pesar de que en las páginas de este tomo se pueden encontrar todo tipo de homenajes, sin duda, lo que más destaca es un puro amor por el manga, ya que nuestro protagonista, no sólo les ha puesto nombre a todos sus golpes, sino que añade una explicación de cómo funciona la técnica, al más estilo Shonen. Así que preparaos para viajar por vuestros recuerdos de One Punch Man, Naruto, Bleach, Guardianes de la noche… pero, sobre todo, de la inigualable Dragon Ball. Porque lo que tenemos entre manos es una historia que mezcla el típico cómic nipón con un viaje dantesco por el infierno, lo cual resulta ser una combinación perfecta, con más de un giro de guión espectacular.

Algo que no puedo pasar sin comentar, es el impresionante apartado gráfico de la obra. No es la primera vez que Javier Marquina trabaja con UVE, ya que anteriormente nos deleitaron con Balas de punta hueca editada por Grafito Editorial y reseñada en esta misma web (link aquí), pero el resultado es aún superior. La evolución en el dibujo es algo palpable, ofreciéndonos un viaje frenético de pelea en pelea que te deja sin aliento. La narración gráfica de UVE es exquisita y el color y entintado de Héctor Márper y Romina Molist no pueden ser más adecuados. Los tres juntos han conseguido dotar a las viñetas de un dinamismo perfecto, permitiendo que la lectura fluya sin pausa hasta la página final.
Por último, desde Invencibles Podcast queremos dar la enhorabuena a Inuit Ediciones por ir avanzando en su tarea, y por ir encontrando un hueco en el mercado con su nueva asociación con ECC Ediciones.
Ficha técnica
Título original | Apocalipsis Yokai |
Autores | Javier Marquina, UVE, Héctor Márper, Romina Molist |
Editorial | Ediciones Inuit |
Fecha de publicación | Octubre 2022 |