La gloria de la ruina
He esperado mucho tiempo para leer esta novela gráfica. Pasó tiempo hasta que fue editada en España, y cuando llegó, lo hizo en un formato rústica en el cual siempre me molesta tirar mi dinero. Conociendo a la editorial ECC, esperé a que sacase su edición mejorada, como suele ser su costumbre, y acabé comprándolo en cartoné. En este tomo, no sólo incluyeron el cómic original Suicidas, sino también su precuela Los reyes del infierno, aunque colocaron esta última al principio del recopilatorio. Personalmente, prefiero empezar hablar de la obra siguiendo su orden de publicación en Estados Unidos.
Por un lado, tenemos Suicidas, obra que en 2015 publicó la editorial Vértigo, presentando a Lee Bermejo, no sólo en su habitual trabajo como dibujante, sino también como guionista de este tebeo. El cómic nos presenta una sociedad que renace tras la devastación de una ciudad, ya que 30 años antes del comienzo de la aventura, Los Ángeles fue destruida por un terremoto. Tras verse abandonada por el gobierno de Estados Unidos, evoluciona convirtiéndose en una distopía que no dista mucho de la realidad. La urbe se ve dividida en dos por un muro, que separa el futuro del pasado, la modernidad de la decadencia. De esta forma, según el lado de la barrera en el que nazcas tendrás una vida diferente.

Dentro de este contexto, Suicidas juega con dos tiempos distintos de narración, presentándote en colores cálidos el pasado, localizado en el lado del muro más desfavorecido, y en tonos fríos, recordando al cine negro, el presente, que tiene lugar en la zona lujosa de la ciudad. El gran trabajo de Matt Hollingsworth en el coloreado, hace que seguir la narración no resulte complicado y que, en todo momento, sepas en qué lado de la urbe estás. El principal hilo conductor de la historia es un deporte que recuerda a la lucha libre en cuanto a su teatralidad y los discursos de los participantes, pero que tiene una gran diferencia y es que los combates son reales y a muerte. No he podido evitar acordarme del manga Levius (ver reseña aquí) ya que los luchadores, llamados Suicidas, tiene partes modificadas del cuerpo con prótesis biónicas.
A un lado del muro, tenemos a un ganador llamado El Santo, cuya identidad desconocemos y se convierte en la mayor intriga de la historia. Él tiene todo lo que podamos soñar: dinero, fama, éxito… Pero, a veces los sueños se convierten en pesadillas y nuestro protagonista podría compartir experiencias con la mismísima Britney Spears, sobre cómo es sentirte atrapado en tu propia vida, sentirte una marioneta de gente que quiere ganar dinero con tu trabajo. Por otro lado, a los suburbios de New Los Ángeles, llega el otro protagonista del cómic, El Extranjero. A través de él, conoceremos esa parte de la ciudad y su versión de las peleas entre Suicidas, en la cual no hay mansiones y coches de lujo, pero no deja de ser la misma condena para sus participantes y una forma de enriquecer a los que más tienen mientras los demás se mueren de hambre.

A pesar del concepto tan interesante que trata Suicidas, al terminarla tienes la sensación de que te falta algo y ese algo, es el contexto. Muchas novelas como estas muestran una sociedad nueva, pero se quedan a medio gas al presentárnosla dando, como es lógico, más importancia al desarrollo de los personajes. Para solventar este fallo, en el 2016 se publicó Los reyes del infierno. Esta precuela tiene como protagonista a la propia New Los Ángeles. A través de diferentes personajes te muestra como una ciudad tiene alma y, en este caso, la tiene rota. Un lugar devastado y lleno de sufrimiento condena a aquellos que nacen en él. De dónde venimos determina en gran medida quiénes somos y dónde vamos a conseguir llegar. Las limitaciones de un lugar determinan nuestras posibilidades y, a veces, nos atan y condenan. Así, la historia transmite un gran sentimiento de desesperación. Ves luchar a la gente, pero en todo momento sientes que están perdidos, que nunca encontraran la paz, ni la felicidad.
Sin lugar a dudas, esta precuela es esencial para completar la obra original, mejorarla y elevarla. Si hay que buscarle una pega sería que tras las impresionantes portadas de Lee Bermejo se esconde, a diferencia de en su secuela, un dibujo que dista mucho del característico dibujo del ya nombrado autor. En esta ocasión, Bermejo decidió centrarse en la historia y delegar la parte gráfica, siendo una decepción para los lectores. Aun así, aunque no puedo decir que el dibujo sea bonito, sí es muy funcional y no devalúa al guion .

Para terminar, puedo afirmar que la espera ha merecido la pena y me alegro de haber podido, por fin, disfrutar en este cómic. No puedo irme sin remarcar que Lee Bermejo me ha sorprendido gratamente en un detalle sobre su forma de guionizar. La crítica social que esconden los discursos introspectivos de sus personajes, no dista mucho de la que podemos ver en guionistas consolidados como Brubaker, proporcionando a la obra una profundidad más allá de la historia principal.
Ficha técnica
Título original | Suiciders: Kings of HelLA #1-6, Suiciders #1-6 |
Autores | Lee Bermejo, Matt Hollingsworth, Alessandro Vitti, Gerardo Zaffino, Jordan Boyd |
Editorial | ECC Ediciones |
Fecha de publicación | Abril 2016 |