You could place your trust in me?
Como cada mañana, abro las persianas de mi despacho sin dejar que la total claridad del día inunde la habitación, pero si lo suficiente como para que un fino hilo de luz ilumine mi escritorio. Suspirando y sintiendo una mezcla entre abatimiento y resignación, me siento sobre mi silla y me acerco a la mesa para contemplar lo que había dejado ayer sobre esta, esperando que la mañana del día siguiente me devolviera las ganas de emprender la tarea que me depara. Aunque antes de ello, y al igual que todo coche necesita su combustible para arrancar, echo mano de mi vieja cafetera, lleno una taza con el infame brebaje al que nadie se atrevería a llamar “café”, doy un pequeño sorbo y lo dejo en una esquina del tablero.
Finalizado este mantra, me dispongo a revisar cada una de las 9 carpetas que contienen los informes de un caso que mi colega Alex investigó hace unos meses y que llegaron a sus manos, a través de un tal Urasawa, o al menos, ese es el nombre que figura sobre cada encuadernación. Lo primero que veo al pasar solo unas páginas es qué si existe algo más espeluznante que lo relatado en estas es la meticulosidad con la que se han escrito, haciéndome dudar de si este japonés es un genio, alguien con el alma de un novelista o un psicópata no muy lejano a nuestro sospechoso.

Aunque más que responder a esa pregunta, la verdadera respuesta que busco, es saber la razón por la que Kenzo Tenma, un prestigioso cirujano japonés alabado por sus compañeros del hospital donde trabajaba y prometido con la hija del director de este, tiraría su futuro por la borda al convertirse en el autor del asesinato de la junta directiva de la institución. ¿Era posible que el doctor fuera amenazado por sus colegas? ¿Qué llevara una vida secreta que pocos conocían? Por muchas veces que me lo pregunte sigo sin hallar un motivo, por lo que cierro la primera carpeta y paso a las tres siguientes, donde los forenses han detallado todas las autopsias de las víctimas. Ya que además de la muerte de sus superiores, este reputado médico parece también estar detrás de múltiples homicidios a matrimonios de mediana edad. ¿Pero porque centrarse en un grupo tan especifico? ¿Guardaban estos crímenes alguna relación entre sí? Más preguntas sin respuestas a las que se añade el nombre del policía quien lleva estos crímenes.
Justo cuando me dispongo a abrir la carpeta con su historial, recibo una llamada telefónica que me sobresalta lo suficiente como para derramar un poco de mi café. Casualidades de la vida hacen que al otro lado de la línea se encuentre precisamente el inspector Lunge, quien lleva la búsqueda de Tenma, el cual sigue en búsqueda y captura. Mientras oigo su gruesa voz por el auricular pienso en la tenacidad y lo terriblemente metódico que es este hombre a la hora de llevar sus casos, dejándome claro dos cosas: su absoluta fe en la culpabilidad del ex cirujano y que no habrá lugar en la tierra donde no vaya a perseguirle. Tras finalizar nuestra breve conversación, vuelvo a dar un sorbo de mi taza en cuyo contenido ya sólo resta un frio y amargo liquido del que no estoy dispuesto a tomar ni una gota más.

Puesto que las siguientes dos carpetas hablan sobre mi interlocutor y las pesquisas que me acaba de detallar, decido pasar a la siguiente carpeta de documentos, llamándome poderosamente la atención el sello de confidencial que hay estampado sobre ella. Al contemplar su interior, no tardo en comprender el porqué, ya que dentro se explican los experimentos del Kinderheim 511, un orfanato de la antigua RDA, que sometía a los niños a lavados de cerebro con el objetivo de crear súper soldados. Un siniestro lugar que parecía ser el origen de todo, pero que fue quemado hasta los cimientos.
Mirando como todavía me quedan 2 carpetas con el resto de implicados de la investigación, desisto en mi intento de revisarlas al ver cómo están a punto de tocar las 5 de la tarde en el reloj que cuelga de mi pared. Esa era la hora en la que había acordado reunirme con Johan, un estudiante de la universidad de Múnich quien parecía tener nuevas pistas sobre el caso. Por lo que con rapidez descuelgo el abrigo del perchero con la mala suerte de golpear mi estantería repleta de libros, pero de la cual cae por fortuna sólo uno. Mientras me agacho a recogerlo, veo que se trata de un viejo libro de cuentos infantiles titulado Obluda, el monstruo sin nombre. Es tal la ironía que, mientras dejo el libro en su sitio, esbozo una sonrisa, cierro la puerta de mi despacho y me pregunto ¿Quién es el verdadero monstruo de esta historia?
Ficha técnica
Título original | Monster (モンスター) |
Autores | Naoki Urasawa |
Editorial | Planeta Cómics |
Fecha de publicación | Mayo 2009 |