So no one told you, life was gonna be this way
Siempre me ha gustado pensar que, de una manera o de otra, hay obras que dejan una marca imborrable, ya sea porque las leíste en un momento crucial de tu vida, porque significaron mucho para ti, porque te ofrecieron una nueva perspectiva de la vida o porque conectaron de una manera tan emocional y única que te sería casi imposible el poder olvidarlas. Por esos motivos y por muchos más, es por las que, sin duda, este manga de Hero y Daisuke Hagiwara, se ha ganado no sólo un lugar en mis baldas, sino también en mi corazón.
Empecemos por algo que yo nunca he hecho y es explicar cómo llego esta obra tan maravillosa a mí, porque seguro que pronto atáis cabos si os pido que suméis las palabras pandemia y confinamiento. Y es que sabiendo los duros meses que venían por delante, mi yo de hace unos meses tomo la decisión de embarcarse en una nueva lectura, sabiendo que probablemente sería de las ultimas que descubriría en mucho tiempo, por lo que no muy convencido de ello, arrambló con los volúmenes que tenía hasta la fecha de este manga y se dispuso a leer durante aquel largo encierro. ¿El resultado? Pues os puedo asegurar que si a día de hoy tuviera una máquina del tiempo abrazaría a mi yo del pasado, aunque eso implicara la ruptura del espacio tiempo.

Ahora que sabemos el cómo, hay que saber el por qué, y para eso me dispongo a contaros la sinopsis de esta historia: Kyoko Hori es una chica de instituto que es popular, lista, tiene amigos, pero a pesar de todo, debe volver a casa temprano para encargarse de las tareas de la casa y cuidar de su hermano menor. Una faceta de su vida que no parece molestarle, pero que desafortunadamente no ha permitido que nadie descubra los motivos de no llevar una vida social más activa. Hasta que un día, la joven pierde de vista a su hermano Souta, quien es encontrado por Miyamura uno de los compañeros de clase de Hori. Sin embargo, el Miyamura que se presenta ante ella, no es para nada el compañero con pintas de otaku y rarito que se sienta junta con ella en su aula, sino un chico lleno de piercings y tatuajes que pillan por sorpresa a la chica. Conociendo ambos las facetas ocultas del otro, Hori y Miyamura comienza a entablar una relación que, poco a poco, se va estrechando hasta que pasan juntos los años en el instituto.
Tras leer esta sinopsis muchos de vosotros podéis pensar “¿Y ya está? ¿Eso es todo? ¿No hay ningún objetivo como aprobar los exámenes a toda costa? ¿O que esta historia se convierta en una carrera de fondo hasta que Hori le decida confesar sus sentimientos a Miyamura?” Pues no y es precisamente ahí donde recae la magia de esta serie. Horimiya no pretende enredarte en tramas enrevesadas, ni contarte movidas existenciales. Simplemente te quiere ofrecer una experiencia en el instituto de dos jóvenes que, poco a poco, van conociendo como son en realidad y van entablando diferentes amistades con el paso de los años.

Con el paso de los capítulos, vas conociendo más a los personajes, empatizas más con sus situaciones, ves cómo evolucionan y lo más importante y lo que lo hace una verdadera joya, es que ríes con ellos. Porque cuando formas parte del mundo de estos adolescentes, créeme que te ves venir el gag mucho antes que el personaje abra la boca. Algo a lo que también ha ayudado la traducción de la traductora Maite Madinabeitia, quien nos ofrece no sólo un lenguaje y expresiones típicos de la edad de los protagonistas, sino también expresiones que encajan a la perfección con la parte humorística de la serie.
Culminando esta carta de amor a este manga tan especial, creo que si habéis leído mi reseña de A silent voice os podéis hacer a la idea de por qué esta obra ha calado tan hondo dentro de mí. Hori y Miyamura, no sólo me acompañaron en uno de los momentos en el muchos de nosotros echábamos el abrazo de nuestros seres queridos, sino que también me otorgó, a través de sus 16 volúmenes, una experiencia en el instituto como jamás hubiera podido soñar. Puede que muchos de nosotros hayamos dejado atrás esta época, pero este manga consigue convertirse en una perfecta cápsula del tiempo esperando ser abierta por alguien que sienta nostalgia por aquellos días o simplemente quiera redescubrirlos de manera maravillosa.
Ficha técnica
Título original | Hori-san to Miyamura-kun 堀さんと宮村くん |
Autores | Hero, Daisuke Hagiwara |
Editorial | Norma Editorial |
Fecha de publicación | Agosto 2017 |