Las aventuras de Tintín. Objetivo: La Luna y Aterrizaje en la Luna.

Reseña realizada por David Canalejo

“¿Y es con este… este… este… aparatito con el que piensa ir a la Luna?” Capitán Haddok

Menuda tarea me han encargado: hacer una reseña para la web de Los Invencibles. A mí, que ni me dedico a escribir, ni trabajo con nada relacionado con el mundo del cómic, y para hacerlo todo más sencillo, he escogido un par de números de Tintín para reseñar. Me siento profundamente halagado y bastante abrumado con el encargo. A ver cómo sale esto.

Cuando era pequeño y comencé a leer cómics, empecé con Mortadelo y Filemón y con Zipi y Zape, como muchos de nosotros. Recuerdo que cuando yo tenía unos 9 años pasé unas vacaciones en un pueblo de la costa. Ya casi al final, cansado de playa, decidí acercarme a la biblioteca pública a ver qué encontraba. Aunque era modesta, tenía un pequeño fondo de cómics, entre los que destacaban varios números de Astérix y Obélix y algunos de Tintín. Me pasé toda la mañana devorando los de Astérix. A Tintín casi ni lo miré. Eso no era para mí. Paradójicamente, muchos años después y ya siendo un coleccionista de cómics considerable, tengo varios números de Tintín y ninguno de Astérix. Se ve que los gustos cambian con la edad. O que los cómics de calidad terminan abriéndose camino.

Objetivo: La Luna y Aterrizaje en la Luna fueron publicados por entregas a lo largo de 1950, y posteriormente recopilados en dos volúmenes en el año 1953. Ambos forman una unidad, algo que no suele ocurrir con Tintín, que normalmente funciona con tomos autoconclusivos. Lo primero que llama la atención es que Hergé, cómo haría Julio Verne en el siglo anterior, fue un adelantado a su época. A principios de los años 50, apenas había comenzado la carrera espacial ya que aún quedaban 7 años para que Rusia lanzara el Sputnik 1, el primer satélite espacial, y Hergé construyó esta historia sobre la llegada del hombre a la Luna de una manera asombrosamente verosímil. Varios años después, en el 69, el primer alunizaje tripulado no fue muy diferente a lo contado aquí. 

Estos volúmenes de Tintín, además, destacan por su tono tan dinámico. Es pura aventura, pura acción. Lo que comienza siendo una llamada telefónica misteriosa y un telegrama sospechoso supuestamente enviado por el Profesor Tornasor, termina siendo una travesía fantástica, llena de dificultades, a nuestro satélite. Y en medio tenemos un viaje a Sildavia, país europeo inventado por Hergé, una trama de espías, traiciones, contratiempos, experimentos, expediciones y momentos dignos del Apolo 13 o de The Martian.

Otro punto fuerte son sus personajes, todos ellos carismáticos, que al interactuar nos ofrecen escenas propias de una sitcom, con un humor que, desde mi punto de vista, se mantiene fresco hoy en día. Los improperios del Capitán Haddok, los despistes del Profesor Tornasol y la torpeza de los policías Hernández y Fernández llegan a hacer sombra al propio Tintín.

Pero el verdadero punto fuerte de esta obra es su dibujo. Hergé es un maestro de la línea clara. A simple vista, puede no llamar la atención, salvo por alguna splash page de esas que te dejan hipnotizado. Pero, cuándo te sumerges en la lectura aprecias su dibujo en toda su dimensión. Por un lado, tenemos esas figuras tan características, tan caricaturescas, que aportan frescura y expresividad a la lectura. La forma de dibujar el cuerpo humano, las poses naturales de los personajes, su capacidad de dotarles de movimiento, el cuidado que pone en cada pliegue de la ropa, todo ello es magistral. Y gracias a esto, Hergé consigue que la narrativa sea simplemente perfecta. Por otro lado, tenemos los fondos, tan ricos en detalles y tan realistas que contrastan con la sencillez de los personajes. Es un dibujo hecho con mimo, con cuidado, artesanal. Hergé se preocupa por lo más pequeño, por cada botón, por cada aguja, por cada tornillo, y el resultado final es una verdadera delicia.

Con todo lo dicho, no puedo más que recomendar esta lectura. Si alguna vez habéis hojeado un cómic de Tintín y no os ha terminado de llamar la atención, no hagáis como mi yo del pasado, dadle una oportunidad. Lanzaros a leerlo. Y si no sabéis por dónde empezar a leer Tintín, estos dos títulos son un buen punto de entrada. O empezad por otro cualquiera. Da igual. Todos son una maravilla. 

Ficha técnica

Título originalObjectif Lune, On a marché sur la Lune
AutoresHergé
EditorialEditorial Juventud
Fecha de publicaciónDiciembre 1958

4 comentarios sobre “Las aventuras de Tintín. Objetivo: La Luna y Aterrizaje en la Luna.

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