El origen del mito del héroe moderno
Pues de nuevo la lectura y las teclas me traen hasta vuestra puerta. O mejor dicho: hasta esta ventana que abre entre nosotros la informática e internet; para hablaros de una nueva obra. En este caso, del primer trabajo como autor completo de Arnau López Mazorriaga: Gilgamesh. Es muy curioso que el de Viladecavalls haya querido dedicar su primera historia precisamente al primer «héroe mítico» de la misma. Para todos aquellos que no lo conozcáis, el mito de Gilgamesh narra la historia de un antiguo rey, en los albores de la civilización humana, y en la búsqueda de la inmortalidad y la trascendencia, cuyo relato le llevó a convertirse en la base de muchísimas historias, leyendas e incluso a establecer una versión muy primigenia y en pañales del recurso argumentativo que hoy conocemos en la narrativa como «El viaje del héroe».
En mi caso, como buen amante de la mitología y los cuentos clásicos, la verdad es que siempre he pasado muy de puntillas por encima del personaje. Sabía de su existencia y su importancia, pero no mucho más allá de varios nombramientos en historias y algún que otro personaje ficticio como el bonachón homónimo de la peli de Eternos de Marvel, una versión algo descafeinada y edulcorada del mítico héroe pero que también comparte cierto aire de misticismo. Por eso, la obra del querido Arnau me ha venido como anillo al dedo. Sobre todo, porque su trabajo realmente adapta la Epopeya de Gilgamesh en un registro de ciencia ficción futurista y postapocalíptica que hace que sea más fácil de entrar en la historia y acompañar a este Rey fortachón y gigante en su camino de penurias.

Aunque no hay que desviar la mira del talento de Arnau, ya que su maestría, pese a tratarse de la primera obra completa que lanza al mercado, radica en gran parte en la agilidad con la que mezcla guión y trabajo artístico para ofrecer una obra rápida, dinámica y muy ágil en la que la palabra aburrimiento ni se contempla. Con un dibujo muy efectivo y simple, y una paleta de colores muy potente, en la que resaltan los tonos cálidos de manera predominante, el autor le da a cada personaje una entidad y unos rasgos definitorios propios, no sólo en lo que a físico se refiere, sino que también deja poco a poco vislumbrar su personalidad en ellos. En el tamaño de Gilgamesh y en su escueto vestuario se puede reconocer el orgullo de aquel que otrora fuera un gran rey, pero también la humildad y la simpleza de carácter que le lleva a proteger a todos sus allegados. Un hombre que se guía por el honor y el respeto a sus iguales, lo que le lleva a buscar la manera de que estos acaben perdurando en el tiempo a través de la inmortalidad.
Una manera muy didáctica de acercarse a uno de los personajes mitológicos más desconocidos, pero que sin duda ha dejado una huella tan profunda; no muy diferente de las creadas en la historia por figuras mucho más importantes de los diversos panteones mitológicos creados por la humanidad.

No puedo olvidarme del trabajo de Cósmica Editorial, una casa de la que no había conocido todavía ningún trabajo y que me ha resultado de lo más sorprendente, ya que la calidad y el acabado de sus obras no tiene nada que envidiar a las de editoriales con más recorrido. Es más, para este que os escribe, las grandes editoriales del mercado nacional tienen mucho que aprender todavía de trabajos como los de Cósmica.
Ficha técnica
Título original | Gilgamesh |
Autores | Arnau López Mazorriaga |
Editorial | Cósmica Editorial |
Fecha de publicación | Septiembre 2022 |