My eternal romance down
25 años y todo un océano de aventuras, es lo que nos sigue ofreciendo a día de hoy el gran Eichiro Oda, quedando tan lejos en el tiempo aquel primer capítulo publicado en las páginas de la shonen jump de julio de 1997, pero siendo una fecha imborrable en las vidas de los que amamos a esta serie. ¿Por qué cómo llamar si no a lo que siento por este manga? Una historia que he leído una infinidad de veces y que habré disfrutado de su anime y sus películas otras tantas, siendo una de esas pocas tramas que a menudo revisito y que consigue emocionarme como el primer día que las descubrí, recordando un sinfín de momentos que me siguen poniendo la piel de gallina.
Echando la vista atrás, solo puedo sonreír, al recordar en como por un mero azar del destino acabé en este barco, ya que si ahora mismo pudiera volver al momento en que aquel joven y frustrado Frank que cogió por error aquel decimo tomo al confundirlo por el de otro manga, me encantaría decirle: “No te preocupes, porque este es el error más maravilloso jamás harás en tu vida”. 15 años, de aquel maravilloso error, solo puedo sentir orgullo no solo me llevó a conocer esta leyenda, si no por encontrar a algunas de las personas más maravillosas que ahora comparten mi vida y que siguen con la misma pasión que yo, las aventuras de los mugiwaras.

Podría deciros miles de cosas para seguir definiendo lo que para mí significa esta serie, pero supongo que la mejor metáfora, sería decir que esta obra fue la gasolina que convirtió en un incendio la gran pasión que siento por el mundo del manga y el anime. Ya que, si bien es cierto, que el fuego de esta pasión ya lo habían prendido gracias a otras series como Dragon Ball, Slayers o Love Hina, entre muchas más, One Piece fue la primera que ha formado parte activa de mi vida, llegando a ser cada capítulo semanal una de las cosas que con más ansias espero y tan vital para mí, como lo podría ser un buen café por la mañana.
Seguro que, con estas palabras, muchos de vosotros os estaréis preguntando ¿Por qué One Piece y no otra? Si bien es cierto que la obra de Oda, me ha dado mucho de lo que otras guardadas en mi corazón ya habían conseguido, como en el caso de Fairy Tail que me había dado ese sentimiento de camaradería y pertenecer a una gran familia sintiéndote como un personaje más de la serie o darme grandes reflexiones sobre el significado de la vida y de los vínculos como Full Metal Alchemist, este mangaka ha conseguido crear una historia que no solo nos ha acompañado toda la vida, si no que ha crecido con nosotros. Porque seamos sinceros, ¿Cuántos de nosotros pensábamos que One Piece no iba a replicar la fórmula que muchos mangakas han pedido prestada del gran Toriyama? Y si, se mejor que nadie, que esta aventura de piratas, no deja de ser el clásico shonen de combates, pero también el que nos ha ofrecido tramas increíblemente complejas y temáticas tan profundas como los sueños, el valor de la amistad, el conocimiento y su preservación, la voluntad de vivir, la muerte, la superación, la familia, la discriminación, la identidad, las convicciones o la libertad, entre muchas temáticas que nos ha entregado a través de cada una de sus sagas.

Pero es precisamente esa inmersión dentro de su mundo y sus personajes, donde reside la magia de la serie y por lo que a día de hoy sigue durando, porque tal y como os he dicho, pocos mangas han conseguido hacerme entrar tanto en su historia como este, haciéndome llorar, sufrir, divertirme y amar a unos personajes que ya tienen ganada un hueco permanente en mi corazón. Y es que, aunque sean unos trastos, y sepa que Zoro va a seguir perdiéndose, Nami pensando en el dinero, Ussop mintiendo, Chopper siendo un ingenuo, Brook haciendo chistes sobres sus huesos, Franky exhibiéndose, Robin soltando un comentario sarcástico, Sanji intentando tirarle la caña a cualquier chica de buen ver o a nuestro capitán Luffy zampando a troche y moche, los voy a seguir queriendo como a esos colegas que te sacan a veces de quicio, pero los amas con locura (y espero que pronto, pueda amar lo estricto de Jimbei y la testarudez de Yamato, aunque eso ya depende de Oda).
Para acabar esta “oda” y nunca mejor dicho (perdonad por el chiste, pero tenía que hacerlo), quiero darle las gracias a todos aquellos que han hecho llegar tanto el manga como el anime de esta obra a nuestro país y a todo el fandom que continúa siguiendo esta serie, vosotros sois los que habéis forjado esta leyenda y espero que sigáis apoyándola hasta su mismísimo final, porque, aunque sea algo con lo que muchos fans hemos bromeado, inevitablemente este gran mangaka acabará tarde o temprano su obra.

Por lo que, como apunte final, me gustaría desearle la mayor de las suertes, salud e inspiración a esta leyenda viva del manga para que culmine su opera prima y demostrar bien claro, aquello que ya todos sabemos: Que Luffy será el rey de los piratas.
Ficha técnica
Autores | Eiichiro Oda |
Editorial | Planeta Cómic |
Fecha de publicación | Edición actual 2005 |