11º Festival de Cómic Europeo de Úbeda

Como ya sabéis muchos de vosotros, en este podcast no nos gusta perdernos un buen sarao, dando igual si se celebra en la ciudad condal o en la mismísima capital. Trae comics, autores y allí estaremos (y muy probablemente nos tengas que acabar echando). Sin embargo, si hay de un evento del que siempre guardamos un gran recuerdo y que siempre nos tratan como auténticas estrellas del rock, ese es sin duda el Festival Internacional de Cómic Europeo de Úbeda. Aunque me avergüence reconocer que, en realidad, esta se trata de mi primera vez y como se suele decir “aunque la primera vez duela, luego da mucho gustito”, por eso mismo, os voy a contar que tal fue la experiencia y también, como fue lo de los comics.

Aunque normalmente no solemos contarlo en este tipo de crónicas, creo que es importante remarcar que literalmente, nuestra pasión por el comic nos lleva hasta cualquier lugar que se precie, teniendo por supuesto, para muchos, soportar varias horas de viaje en tren y coche hasta llegar al lugar donde se celebra el evento. ¿Qué no suena tan terrible esto de viajar? Pues imaginaros pasar esas largas y desesperantes horas, escuchando en bucle K-pop… CLACK (se oye el sonido de un martillo de pistola). Vale, voy a retractarme de eso ultimo y no porque Berta me esté apuntando ahora mismo con una pistola… ja, ja, ja (lo está haciendo con una escopeta, SEND HELP).

Lo que puedo aseguraros, es que, si algo valió la pierna o, mejor dicho, las nalgas del culo de Martín y sus acompañantes, (un viaje largo gente, no nos juzguéis) fue llegar a Úbeda y disfrutar de la gran hospitalidad que la organización tubo con nosotros. Por qué os puedo asegurar que nunca me habían tratado tan bien en ningún sitio y no, esto no tiene nada que ver con que sea un otaku y mi complicada relación con el grifo de la ducha, si no por supuesto, por la gran hospitalidad con la que nos recibieron, ofreciéndonos un apartamento donde convivimos los 5 miembros del podcast que asistimos y donde no nos faltó de nada. Pero por si esto no fuera suficiente, os podemos asegurar que también disfrutamos de una gastronomía que con solo recordarla ya salivo, especialmente, de un salmorejo que seguramente deba ser lo más parecido a lágrimas de ángel que puedas probar en este mundo y de los cuales tanto nuestro presentador Alex como yo, sufrimos con todo el gustazo del mundo, más de 5 transfusiones seguidas en vena (que ojalá hubiera sido 10).

Pero aparte de a gorronear visitar la ciudad, ¿qué más hicimos en este festival? Pues evidentemente, el trabajo de un Invencible no perdona por muy lejos que esté, así que, con estos días por delante, nos pusimos a grabar las entrevistas para nuestro maravilloso programa que ya podéis disfrutar en nuestro podcast.  Grandes charlas con autores como Desiree Bressend, quien nos dio una clase magistral sobre cultura oriental y cerveza, Sara Con Hache y Jordi Bayarri con los que subimos la temperatura hablando de comic erótico y cosas hot, Fran Galán y sus divertidas anécdotas con camisas hawaianas incluidas, Yolanda Dib quien nos habló sobre los intríngulis de editar en España, Javier Marquina sobre el mundo del cómic y la reivindicación de este y finalmente el Torres y Pablo M. Collar quienes aparte de hacernos reír como nunca, nos hicieron el descubrimiento más… perturbador del viaje…

¿Os cuento un secreto? (se tapa con una sábana hasta que casi la altura de la cara).
En ocasiones… veo culos de la Zowi…

Pero homenajes al sexto sentido y más idioteces de este humilde servidor aparte, he de decir que también, nos adentramos en el evento como unos fanes más. Hiendo a presentaciones, comprando, asistiendo a firmas de autores e incluso fuimos invitados a una divertidísima tertulia, en la que dejamos a Marc participar y rezamos a la virgen de Guadalupe por nuestras almas, al temer que nuestro colaborador más irreverente, se le subiera alguna cerveza a la cabeza (afortunadamente no fue así).

En definitiva, Úbeda es un evento que es el vivo refrán de que “en el bote pequeño, está la mejor confitura” o el clásico “pequeño pero matón”, ya que puede ser que este festival, no albergue los stands más exageradamente grandilocuentes del mundo, ni haya la asistencia tan multitudinaria como en los eventos de las capitales, pero si una cosa os puedo decir sin miedo a equivocarme, es que, en Úbeda, aman el mundo del comic. Festivales como este, te hacen ver lo maravilloso que es este mundillo y más al tener un trato tan cercano con compañeros de profesión, artistas y gente con la que tuvimos un maravilloso trato cercano. Sin duda, Úbeda va a seguir siendo una de esas citas, que vamos a marcar a fuego en el calendario.

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