One day
Un pitido incesante ensordece mis oídos mientras intento ponerme en pie. Mire donde mire, todo es un caos y lo peor de todo, he perdido de vista a mi capitán. Sólo pensar contra que enemigos debe estar enfrentándose o los horrores que estará presenciando hacen que se me hiele la sangre. A pesar de eso, y notando como mi audición se va recuperando, decido avanzar hasta encontrarme con él. A duras penas consigo sostenerme en pie, los sonidos de las explosiones, los choques de espadas y los alaridos de dolor, se suceden en este terrible campo de batalla situado en el último lugar donde un pirata osaría adentrarse, Marineford, el cuartel general de la Marina.
Cuando Luffy abandonó los muros de la cárcel submarina de Impel Down, poco podía pensar que para llegar hasta su hermano debería adentrarse en la mismísima boca del lobo. Aunque este hecho, ya importaba poco para alguien quien ya se había jugado la vida para llegar hasta allí y más sabiendo, que cada segundo contaba en la carrera por salvar a su hermano. Afortunadamente para nuestro capitán, este no era el único preocupado por Portgas D. Ace, puesto que “el deber de todo buen padre es velar en todo momento por sus hijos”. Una ideología de la vida, que en esta saga cobrará un nuevo significado, ya que cuando tienes como padre al hombre más peligroso del mundo, sólo puedes pensar en la terrible calamidad que caerá sobre aquellos que enfurezcan al mismísimo Edward Newgate, más conocido como Barba Blanca.

A simple vista, podéis pensar que esta batalla es solamente una enfrentamiento de dos bandos sin más, pero cuando los dos bandos están formados, por un lado por la tripulación de uno de los piratas conocidos como los emperadores del mar, sumándole varios piratas notorios escapados de Impel Down y por el otro, los 7 guerreros del mar junto con los más altos rangos de la justicia mundial, sabes dos cosas de seguro: que esto no va a ser una simple triquiñuela y que Luffy va a ser como una hormiga dentro de un huracán. Dos conceptos que Oda no para de acentuar a lo largo de la trama, llevándonos a una batalla sin cuartel donde la gran fortaleza de la Marina, será el bastión que tenga que contener las habilidades más devastadoras de las frutas demoniacas más poderosas del mundo. Una explosión de fuerzas que dejará un campo de batalla en constante cambio, mientras que el capitán del sombrero de paja sortea todos estos peligros, corriendo hacia el patíbulo para evitar la ejecución.
Pero por supuesto, como toda buena historia, esta debe tener sus luces y sus sombras, por lo que vamos centrarnos en todo lo positivo que aporta esta saga, antes de caer en su profundo abismo. Marineford puede ser muchas cosas, pero ante todo es una saga donde el concepto de familia y los vínculos de esta, lo son todo. Algo que no tardamos en ver en el poderoso Barba Blanca quien, a pesar de no compartir ningún vínculo de sangre, se considera más que un capitán, el padre de todos y cada uno de los miembros de su tripulación, aceptando lo bueno y lo malo de esta decisión. De la misma forma, veremos como Luffy debe renunciar a este vínculo para enfrentarse al mayor muro entre él y su hermano, el héroe de la Marina y a la vez abuelo de este, Monkey D. Garp, cayendo sobre este el conflicto interno sobre qué cumplir, si su deber o los dictámenes de su corazón.

Aunque ahora debemos ver la otra cara de la moneda y afrontar la parte más dura de esta trama. Sin caer demasiado en el spoiler fácil, simplemente os diré que os olvidéis del clásico slogan de los shonen de “todo es posible con el poder de la amistad”. Como he ido vaticinando a lo largo de la reseña, esta batalla pirata comporta graves consecuencias para los dos bandos, entre los cuales se encontrarán graves pérdidas para estos, inquietantes revelaciones sobre la historia del One Piece y el alzamiento de un nuevo gran poder que desequilibrará la balanza que se había creado desde los inicios de la piratería.
En definitiva, Marineford es la saga que lo cambia todo, la trama donde Oda enfrenta a sus lectores a drásticas decisiones, que no sólo son el fuerte golpe en la mesa que esta historia necesitaba dar, si no también aquello que tenía que pasar para que nuestro capitán comprendiera que no estaba preparado para el New World y los peligros que este nuevo territorio aguarda. Pero siendo sinceros, ni yo mismo se si lo estoy, ya que el camino recorrido hasta este momento, merece una pausa para afrontar el reto que el nuevo mundo me plantea, pero descuidad, ya que esto no es una despedida, sino un nuevo comienzo.
Ficha técnica
Título original | ワンピース, Wan Pīsu #57-60 |
Autores | Eiichiro Oda |
Editorial | Planeta Cómics |
Fecha de publicación | Junio 2011 – Enero 2012 |