Lugosi

Escuche, son los hijos de la noche…

Las historias de vampiros siempre nos han generado fascinación. Su sensualidad y esa inevitable atracción por lo peligroso, lo prohibido y la sangre forman un cóctel irresistible. Y aunque ya desde muchos antes existían numerosas historias y relatos de estos seres, fue sin duda Bram Stoker con su obra imperecedera quien redefinió para siempre e instaló permanente el mito del vampiro. Desde entonces, muchas han sido las versiones, interpretaciones y reinvenciones, tanto audiovisuales como literarias, del famoso Conde de los Cárpatos. Y muchos los actores que han encarnado al personaje. Si pensamos en Drácula en el celuloide, uno de los primeros que se nos viene a la mente es el que hizo famoso el mítico Bela Lugosi, cuya interpretación y apariencia fue por muchos años la atribuida en el imaginario colectivo al vampiro clásico. Me recuerdo a mí mismo en mis años mozos pegado a la pantalla cuando mi padre me ponía aquella maravillosa saga de los monstruos clásicos de Universal Pictures, especialmente encandilado con ese imponente conde, elegante, amenazador, con esa mirada que traspasaba la pantalla y te helaba la sangre, y quedabas completamente hechizado, al igual que Renfield y Mina Harker.

Este tebeo recrea de forma magistral toda la vida y carrera de Lugosi, desde su infancia en Budapest hasta su cénit en la fama gracias al personaje creado por Stoker. La propia vida del actor es tan interesante y trágica que también parece sacada de una novela. Sus inicios en el teatro en Hungría, su huída a Alemania por motivos políticos, habiendo creado el primer sindicato de actores de la historia junto a otros camaradas, (Lugosi era un rojeras y ya por eso me cae aún mejor), su llegada a Estados Unidos, donde gracias primero a su papel de Drácula en los teatros que posteriormente sería adaptado al cine conseguiría su éxito mundial y la fama tanto tiempo añorada…Para después caer en desgracia debido al encasillamiento en el género de terror, su rivalidad con la otra gran estrella del género en su tiempo, Boris Karloff, y finalmente su caída en la drogadicción.

El cómic hace un retrato del actor, pero también del hombre, con sus luces y sombras, sin blanqueamientos. Sus tumultuosas relaciones con las mujeres de su vida casi siempre acababan en grandes peleas y reproches de todo tipo. El alcohol y la morfina a la que se hizo adicto para paliar el dolor de una herida de guerra, unido al despilfarro económico en el que se hundió en su cénit como estrella le sumieron en deudas y una vida cada vez más languideciente, hasta que conoce al mítico Ed Wood, con el que forjó una amistad y dio los últimos coletazos actorales de su vida. Aunque soy muy fan de su Drácula, no conocía en profundidad los detalles de la vida personal de Lugosi y con este tebeo he descubierto a un personaje tan trágico como fascinante, digno de un personaje de Shakespeare de los que él mismo interpretaba en los teatros de su Hungría natal. La historia está magistralmente contada y se nota la gran labor de documentación que ha llevado a cabo el autor.

De esta forma, la obra condensa de forma muy orgánica toda la trayectoria de Lugosi, que no es precisamente corta, y lo narra de una forma muy amena, creando interés en todo momento y haciendo que pases las páginas sin apenas darte cuenta deseando saber qué nuevas vicisitudes le esperan a Bela. Es un documental en viñetas tan adictivo como cualquier novela de aventuras.

Y también es un retrato de aquel Hollywood en sus años dorados, pero con sus sombras, que engullía a sus estrellas en una vorágine de fiestas, éxitos y derroche y que, a la hora de la verdad, dejaba a muchas de sus celebridades en la estacada cuando necesitaban ayuda. Un ejemplo de esto es el momento en el que Lugosi es desalojado del sanatorio para actores de Hollywood donde ingresa voluntariamente para curar su toxicomanía por no poder pagar las facturas, sin tener ningún apoyo por parte del sindicato, ni de ninguna institución. Es descorazonador como la industria del cine más grande del mundo exprimía a aquellos que la hicieron los que era y lo que es, a cambio de nada.

En cuanto al apartado gráfico, es sencillo pero muy elegante, y es un acierto total que sea en blanco y negro, porque te ambienta tan bien la historia y el contexto que parece que estés viendo una película de los años 30. Un cómic espectacular imprescindible para fans del cine clásico.

Ficha técnica

Título originalLugosi
AutoresKoren Shadmi
EditorialDesfiladero Ediciones
Fecha de publicaciónSeptiembre 2022

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