Un poema de amor a los superhéroes en, hasta ahora, el cómic más experimental de Donny Cates
Probablemente no sorprenda a nadie el hecho de que, según se anuncie una nueva serie guionizada por Donny Cates, yo salte como un resorte dispuesto a tirarme de cabeza a un nuevo pozo. Más sorprendente puede ser el hecho de que, a priori, esta no sea una obra que me llamase demasiado la atención. Una premisa un tanto manida y un Donny Cates haciendo algo que ya le hemos visto hacer muchas veces: el macarra. Parecía un ejercicio algo simple, que al menos contaba con su habitual colaborador Geoff Shaw, lo cual nos garantizaba un apartado gráfico impecable. Pero no podía dejar de preguntarme, ¿de verdad hay algo más que Cates pueda contarnos de los superhéroes?
Lo cierto es que, desde que la relación entre el guionista texano y Scott Snyder se ha ido estrechando, cada vez veo menos diferencias entre las ambiciones y estilos de ambos. Salvando la abismal distancia que sigue habiendo entre ellos, y para mí es: que aún no he leído un solo cómic de Donny Cates que no me haya gustado. Y sin embargo de Snyder… es otro tema. A lo que voy es a que, cuando lees Crossover, por más que comparta el equipo creativo de cosas como Buzzkill o God Country, te das cuenta de que no estás ante la típica obra de Donny Cates.
Y esto es algo que nos dice el propio autor, pues en los apenas cuatro párrafos que ocupa el prólogo, ya nos confiesa que, hasta ahora, alguna que otra experiencia cercana a la muerte le había empujado a escribir como un descosido, pero siempre en un tono más solemne y más depresivo, hablando de todo lo que dejamos atrás cuando nos vamos y del daño que hacemos a quienes nos rodean. Y en cambio, esta vez, una nueva experiencia cercana a la muerte (yo no sé si este chico es muy cuentista o que la vida de un guionista de cómics es mucho más dura de lo que nos quieren hacer pensar), le ha empujado a escribir, sí, pero con la mirada puesta en todo aquello que podemos hacer bien antes de irnos, en disfrutar al máximo de lo que nos apasiona y de quienes más queremos. Y en el caso de Donny Cates está bastante claro que, a quienes más quiere, es a los superhéroes.

Por eso escribe este Crossover como un enésimo poema de amor a los superhéroes, como ya hemos visto a hacer a todo tipo de autores, pero esta obra lleva la inconfundible impronta de Donny Cates. Sigue siendo macarra, sigue siendo épicamente grandilocuente, un atronador solo de guitarra. Pero, en esta ocasión, ese macarrismo desenfrenado no parece alcanzar la misma magnitud que en otros trabajos del texano. Y esto se debe a que, para variar, el guionista no centra la mirada en el evento cósmico por el que mundos colisionan y acaban, sino que lo hace en los personajes que se ven envueltos en esta situación. Y la mirada es mucho más alegre y optimista que en anteriores ocasiones. No, no por ello Crossover está libre de dramas y de desmembramientos y de ciudades explotando, es Donny Cates al fin y al cabo, tiene su propia versión de lo que es la alegría y el optimismo.
La premisa de esta historia, en definitiva, no propone nada nuevo, pero cuando digo que Cates sigue teniendo cosas nuevas que contar no me refiero solo a la verdadera historia que nos está contando por debajo de todos estos fuegos artificiales, sino también a cómo nos la está contando. Pues sin duda lo más innovador de esta obra es su ejecución de dicha sinopsis y lo bien que se lo pasa Cates jugando con sus juguetes favoritos, desde grandes personajes emanados de las viñetas, hasta con sus propios colegas de la industria.
Crossover, creo que aún no lo he dicho, nos cuenta la historia de un mundo en el que, sin saber muy bien por qué, los superhéroes se hacen reales, o más bien encuentran una forma de traspasar el papel y materializarse en el mundo real, en el que vivimos tú y yo. Desconocemos quién hay detrás de todo esto y qué intenciones tiene, pero desde luego se ve que Cates tiene bastante claro por dónde quiere llevar su historia. Aun así, este primer volumen es más bien una fiesta metarreferencial en la que están invitados tanto Spawn o Savage Dragon como Brian K. Vaughan o Chip Zdarsky.

De esta peculiar forma, también tendremos el regreso de cierto grupo de personajes creado en los inicios del guionista texano. Reivindicándolos dentro y fuera de las viñetas. Los más fans de Cates sabréis de quiénes hablo, los que no, lo descubriréis al leer esta historia. Ah, y también regresa cierta espada gigante que habla y que en realidad no es una espada sino todas las espadas… Bueno, por qué no mejor os lo leéis y dejáis de mirarme tan raro, os juro que todo tiene sentido dentro de la obra.
Vale, habiendo a leído hasta aquí probablemente estéis pensando que nada de lo que he dicho convierte esta en la obra menos Donny Cates de todas. Pero de verdad que, a pesar de un par de giros de guión y algún que otro cliffhanger potente, se ve un cómic menos intenso, menos canalla y más desenfadado.
A quién también recupera para esta ocasión es a su viejo compañero de fatigas, Geoff Shaw que no ha hecho más que crecer desde que estas dos mentes pensantes perpetuarán Buzzkill allá por 2013. Ahora mismo me atrevería decir que es uno de los artistas más sólidos de la industria, lástima que no se prodigue tanto como otros. El trabajo de Dee Cunnifee al color es también digno de admirar. Una paleta muy saturada y un juego muy interesante para representar según qué pasajes y según qué personajes.

En resumidas cuentas, Crossover es, por encima de todas las cosas, una carta de amor al noveno arte, a los superhéroes y a la industria del cómic; a los compañeros de profesión y a sus creaciones. Es la forma que Cates tiene decirnos que lo que más ama en el mundo son los cómics, y lo hace como solo él podría hacerlo: destrozando ciudades enteras y llevando el medio a nuevos límites con cada idea loca que se le pasa por la cabeza. No sorprendo a nadie al decir que yo quiero entradas en primera fila para ver lo que nos depara esta historia en próximas entregas.
– Originalmente publicada en Zona Zhero –
Ficha técnica
Título original | Crossover |
Autores | Donny Cates, Geoff Shaw, Dee Cunniffe |
Editorial | Panini Comics |
Fecha de publicación | Febrero 2022 |